jueves, 3 de noviembre de 2016

La vieja carta...



Husmeando su pasado,
encontró esa vieja carta de amor que tanto atesoró y una sonrisa le brotó,
pues pudo ver que en ella, aún estaba
escrita esa caricia con la que por mucho
tiempo, abrigó su alma.
Y fue en ese instante,
que uno a uno,
le vinieron los recuerdos
y pudo respirar de nuevo,
pudo sonreír y
volvió a sentir como
el corazón temblaba de emoción.



Pero, en ese mismo instante,
la sonrisa se le perdió,
pues la soledad de su alma,
ya había tomado posesión
de cada uno de sus latidos.
Y así, en silencio, tomó la carta
y poco a poco,
con delicadeza la doblo
y la guardo en el mismo lugar
donde la encontró.
Pues sabía que nada
ya podría hacer.

Ya había vivido y sabia
que ya había cambiado,
no era más, que un alma vieja y solitaria.
Así, se dio la vuelta, respiró y se marchó.

#microcuento
@Un_Fool

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