martes, 8 de noviembre de 2016

¿Cuando me perdí?


Una pregunta que hace mucho tiempo 
ronda mi cabeza y cuya respuesta aún
no quise lanzar al viento.


Pero ya es hora de hacerlo,
ya es hora de gritarla,
pedazo a pedazo,
aún sabiendo que será fatal.

Me perdí cuando por primera vez...
te vi, 
te verse, 
te abrace, 
te bese,
te acaricié.

Me perdí, cuando aún sin serlo,
te sentí por siempre mía.

Me perdí, cuando me encontré
en tus ojos, en tu corazón y en tu alma.

Me perdí, cuando mis melodías solo hablaban de ti, 
cuando mis poemas solo te cantaban.

Me perdí y en ti, tan simple como eso.

Y ahora, dime, sin ti... 

¿cómo me encuentro de nuevo?

@Un_Fool

jueves, 3 de noviembre de 2016

Carta a un loco...

Si algún día...
sientes ganas de volcar la mirada para atrás
o la nostalgia te atrapa al recordar
lo que fue y lo que pudo ser.

Si algún día...
tomas por las manos ese primer verso y
cantas de nuevo esa melodía o simplemente,
escuchas como el silencio te habla
mientras sientes caer la lluvia en el alma.

Si algún día... llega ese día,
no mires para atrás, toma tu guitarra,
abre tus alas y simplemente márchate.


@Un_Fool

La vieja carta...



Husmeando su pasado,
encontró esa vieja carta de amor que tanto atesoró y una sonrisa le brotó,
pues pudo ver que en ella, aún estaba
escrita esa caricia con la que por mucho
tiempo, abrigó su alma.
Y fue en ese instante,
que uno a uno,
le vinieron los recuerdos
y pudo respirar de nuevo,
pudo sonreír y
volvió a sentir como
el corazón temblaba de emoción.



Pero, en ese mismo instante,
la sonrisa se le perdió,
pues la soledad de su alma,
ya había tomado posesión
de cada uno de sus latidos.
Y así, en silencio, tomó la carta
y poco a poco,
con delicadeza la doblo
y la guardo en el mismo lugar
donde la encontró.
Pues sabía que nada
ya podría hacer.

Ya había vivido y sabia
que ya había cambiado,
no era más, que un alma vieja y solitaria.
Así, se dio la vuelta, respiró y se marchó.

#microcuento
@Un_Fool

Y aquí estoy...

Con la maleta rebalsando realidades, con las dudas a flor de piel, con los temores destilándose por las venas, con la cobardía de tan so...